"Libélula tiene la política empresarial de no comentar ninguno de los trabajos que realiza paara clientes privados, pero debido a la atención mediática sin precedentes nos gustaría hacer la siguiente afirmación: No estamos diseñando el vestido de boda de Kate Middleton. Nosotros, como todos, no podemos esperar para ver quién es [el diseñador]", dice el comunicado de la compañía, recogido por el Women's Wear Daily, la biblia del sector.
Este fin de semana, la web estadounidense huffingtonpost aseguraba que el vestido de Kate lo firmaría Sophie Cranston, diseñadora de Libélula, mientras que el Daily Mail aseguraba que Middleton había "diseñado ella misma" el traje.
Previamente, en los mentideros del sector se había rumoreado que sería Sarah Burton, directora artística de Alexander McQueen tras la muerte de su fundador. Burton diseñó en su día el vestido de novia de Sarah Parker Bowles -nuera de la Duquesa de Cornualles- y la propia casa británica -donde también trabajó Cranston- se vio obligada a desmentirlo el pasado mes de marzo.
Estos no son los únicos nombres que han sonado en las últimas semanas. Alice Temperley -en la que, también, trabajó Sophie Cranston-, Bruce Oldfield, Amanda Wakeley, Phillipa Lepley y Daniella Issa Helayel -que firmaba el vestido azul que lucía Kate cuando anunció su compromiso- también aparecen en las quinielas, según CNN. Y es que parece claro que la futura esposa de Guillermo optará por una casa británica.
La 'bandera' de Kate
Por ahora, parece que los servicios reales han conseguido que el vestido sea un auténtico secreto hasta que Kate salga del Rolls-Royce Phantom que la llevará a la Adbadía de Westminster.
"Su vestido, no sólo es un vestido de boda, sino una especie de bandera gigante, simbolizando sus gustos, su compromiso (o no) con la moda, su actitud con respecto al dinero, en un momento en que el país está en plenas dificultades económicas", subrayaba en un reciente artículo Alexandra Shulman, redactora jefe del Vogue británico. "Este vestido es mucho más que un vestido".
"Este vestido va a permanecer para siempre. Es nuestra futura reina", declaraba a AFP la estilista británica Caroline Castigliano, especializada en vestidos de boda.
Ante la falta de hechos, los expertos se han entregado a la especulación, mirando a las anteriores bodas. La madre de Guillermo, la princesa Diana, vistió un vestido voluminoso y larga cola cuando se casó con el príncipe de Gales en 1981, pero la moda exige ahora algo más ligero. Y posiblemente Kate querrá lucir su silueta, cada vez más espigada.
Además, la novia tendrá que tener en cuenta el edificio y la ceremonia en la que se desposará. "Debido a su entorno y a su papel, hace falta algo espectacular. La abadía de Westminster es un edificio inmenso y parecería un punto en el horizonte si llevase algo que no fuese de cierta longitud y volumen", dice Edwina Ehrman, conservadora de una exposición sobre vestidos de novia que prepara el Victoria and Albert Museum de Londres.
La mayoría de los expertos creen que el vestido será blanco y que Kate llevará velo. Puede que también una tiara, uno de los símbolos más evidentes de la monarquía. Queda por conocer la importancia de las concesiones a "la tradición", resume Ehrman. Y, por supuesto, queda por conocer el nombre del diseñador.
Fuente: http://www.elmundo.es/
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