¿Tendrá mangas, una cauda, encaje o cuentas y pedrería?
Las preguntas siguen en el aíre, pero nadie tiene las respuestas. Kate Middleton ha logrado mantener en secreto los detalles de su vestido hasta el último momento.
A pocos días de la boda real, el mundo sigue sin saber nada sobre lo que llevará puesta la novia del príncipe Guillermo el día que pasará de una plebeya a una princesa.
"Han hecho un trabajo estupendo para mantenerlo en secreto", dijo Darcy Miller, directora editorial de la revista Martha Stewart Weddings. "Y el secreto sobre el diseñador está convirtiendo el asunto en una obsesión" para otras novias y millones de seguidores de la realeza en todo el mundo, agregó.
Si la información sigue sin filtrarse en las próximas 48 horas, el mundo no podrá ver el vestido de Middleton sino hasta las 11 a.m. (hora local) del viernes, cuando cruce el atrio de la Abadía de Westminster. Pero mientras tanto se pueden hacer algunas suposiciones sanas.
Por ejemplo, lo más probable es que sea un vestido modesto y poco escotado, pero suficientemente especial para una princesa, aunque sin ser demasiado ostentoso en estos tiempos de austeridad económica. Tampoco podrá estar fuera de sintonía con el estilo sobrio de Kate. Se espera que resalte su anillo de compromiso de zafiro (su forma de seguir la recomendación de portar algo azul para la buena suerte) y que vaya acompañado de una tiara de la colección real (con lo que llevará también algo prestado).
Otra de las cosas que son casi seguras es que el vestido será obra de un diseñador británico, e incluso que tendrá materiales británicos. Los candidatos más fuertes son Sarah Burton, de la casa de modas Alexander McQueen y Bruce Oldfield, uno de los favoritos de la princesa Diana.
"Es lo más cercano al diseño parisiense, mientras que sigue siendo un diseñador británico al cual se le apoya", escribió la revista Vogue en su edición británica sobre los posibles creadores.
Otras posibles diseñadoras son Alice Temperley, en cuya boutique se vio a la madre y la hermana de la novia, Carole y Pippa Middleton respectivamente; y Sophie Cranston, que tiene su pequeña marca Libelula. La gente comenzó a sospechar de Cranston cuando Middleton usó un saco de terciopelo negro diseñado por ella para una boda este año.
Muchos creen que Middleton utilizará más de un vestido durante el día. Podría pasar de un vestido de gala tradicional para la misa a uno más cómodo para la recepción tras la boda en el Palacio de Buckingham. Incluso podría usar un tercer vestido para la cena "intima", de 300 invitados, que ofrecerá el príncipe Carlos, así como para la fiesta tras ella en la que los más jóvenes podrán celebrar a sus anchas.
"Podría necesitar tres vestidos para un día muy largo", dijo Millie Martini Bratten, de la revista Brides Magazine de Estados Unidos. "Muchas novias hacen lo mismo ahora, se ponen un vestido más cómodo para poder bailar. Es lo que hacen las novias en Estados Unidos y no me sorprendería que lo hiciera Kate".
Las preguntas siguen en el aíre, pero nadie tiene las respuestas. Kate Middleton ha logrado mantener en secreto los detalles de su vestido hasta el último momento.
A pocos días de la boda real, el mundo sigue sin saber nada sobre lo que llevará puesta la novia del príncipe Guillermo el día que pasará de una plebeya a una princesa.
"Han hecho un trabajo estupendo para mantenerlo en secreto", dijo Darcy Miller, directora editorial de la revista Martha Stewart Weddings. "Y el secreto sobre el diseñador está convirtiendo el asunto en una obsesión" para otras novias y millones de seguidores de la realeza en todo el mundo, agregó.
Si la información sigue sin filtrarse en las próximas 48 horas, el mundo no podrá ver el vestido de Middleton sino hasta las 11 a.m. (hora local) del viernes, cuando cruce el atrio de la Abadía de Westminster. Pero mientras tanto se pueden hacer algunas suposiciones sanas.
Por ejemplo, lo más probable es que sea un vestido modesto y poco escotado, pero suficientemente especial para una princesa, aunque sin ser demasiado ostentoso en estos tiempos de austeridad económica. Tampoco podrá estar fuera de sintonía con el estilo sobrio de Kate. Se espera que resalte su anillo de compromiso de zafiro (su forma de seguir la recomendación de portar algo azul para la buena suerte) y que vaya acompañado de una tiara de la colección real (con lo que llevará también algo prestado).
Otra de las cosas que son casi seguras es que el vestido será obra de un diseñador británico, e incluso que tendrá materiales británicos. Los candidatos más fuertes son Sarah Burton, de la casa de modas Alexander McQueen y Bruce Oldfield, uno de los favoritos de la princesa Diana.
"Es lo más cercano al diseño parisiense, mientras que sigue siendo un diseñador británico al cual se le apoya", escribió la revista Vogue en su edición británica sobre los posibles creadores.
Otras posibles diseñadoras son Alice Temperley, en cuya boutique se vio a la madre y la hermana de la novia, Carole y Pippa Middleton respectivamente; y Sophie Cranston, que tiene su pequeña marca Libelula. La gente comenzó a sospechar de Cranston cuando Middleton usó un saco de terciopelo negro diseñado por ella para una boda este año.
Muchos creen que Middleton utilizará más de un vestido durante el día. Podría pasar de un vestido de gala tradicional para la misa a uno más cómodo para la recepción tras la boda en el Palacio de Buckingham. Incluso podría usar un tercer vestido para la cena "intima", de 300 invitados, que ofrecerá el príncipe Carlos, así como para la fiesta tras ella en la que los más jóvenes podrán celebrar a sus anchas.
"Podría necesitar tres vestidos para un día muy largo", dijo Millie Martini Bratten, de la revista Brides Magazine de Estados Unidos. "Muchas novias hacen lo mismo ahora, se ponen un vestido más cómodo para poder bailar. Es lo que hacen las novias en Estados Unidos y no me sorprendería que lo hiciera Kate".
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